Hoy cumplo años, desde ayer esbozo un texto contando anécdotas de cumpleaños pasados, de los no cumpleaños de infancia y otras historias que de repente pierden sentido en el relato.
Empiezo el día de festejo a las corridas porque quiero que las doce en punto me encuentren en el agua y así es; salto y bailo adentro de la bañera, con un fernet sobre la tapa del inodoro, la máquina de fotos y un cigarrillo, porque aunque no fumo hace un tiempo, todavía me da placer ese vicio.
Bailo -no sé que cosa- pero bailo y me canto el feliz cumpleaños, así sola y en silencio, porque lo elijo, porque hoy me hace feliz esto.
Después me sumerjo y agradezco tanta vida hermosa porque sabés, hermano pájaro, que a pesar de tanta cosa yo celebro la vida y agradezco, agradezco tanta piedra tanta búsqueda, todo el aprendizaje.
Hace un par de días brotaban lágrimas sobre una planta que es muy nueva y me susurraba la alegría de mi existencia, y hoy un regalo en el que se lee "hace ya algunos años nacías y me permito festejar porque traías algo importante para mi"... detona el llanto y no me interesan los caballitos de batalla en pie entonces cedo ante tanto gesto y ahí nace el espasmo, el glorioso llanto sanador, que aparece para florecer el alma.
gracias. muchas. al todo.
Laura m